No me quedó otra que fotografiarlo a contra luz y al doble de distancia si comparo con el lugar en el que yo estaba anteriormente; una verdadera pena porque con la tremenda pesca del Martín chico hubiesen salido unas fotos espectaculares, cuestión de suerte nomás, lo que rescato es que volví a fotografiar a un macho de esta pequeña especie luego de bastante tiempo.
No creo que haya llegado a tragar semejante presa, tampoco pude ver dicho momento porque luego de las fotos se alejó volando hacia un lugar mas cubierto de vegetación en la reserva, seguramente para alejarse de depredadores y poder alimentarse tranquilo.


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