Al respecto de ese hecho hay una historia interesante la cual comparto hoy con ustedes.
Sus abuelos vinieron de lejos en barco. Los trajo en una jaula un cervecero Suizo alemán, un tal Emilio Bieckert. En la aduana, para desembarcarlos, eran varias parejas con algunos pichones nacidos en altamar, le exigían el pago de un arancel; al cervecero le pareció ridícula la suma pedida. No quiso discutir, soltó los pájaros y dijo:
"Todos juntos no valen un cobre. Que regresen a Europa si quieren".
Y bajó del barco con la jaula vacía. Este episodio ocurrió en el puerto de Buenos Aires en el año 1871. Los gorriones libres, volaron sobre el río de la Plata. Desde el aire vieron unos arbolitos verdes en la ribera unas cosas con los frente pintados de rosa, unos nidos de hornero, unas carretas en fila, el campanario de un templo y una veleta girando. Les gustó la ciudad, descendieron y cuando picotearon los primeros granos caídos en la arena ya tenían carta de ciudadanía. Entraron al país sin pagar derecho de aduana.
¡Qué iban a pagar estos pillos que saben burlarse de las tramperas y esquivar los hondazos; que duermen y anidan en los bolsillos de los espantapájaros y caminan por las calles con el andar insolente del orillero!
En Buenos Aires tuvieron sus hijos, sus nietos, y sus tataranietos; en pocos años se pueden contar con los dedos, se desparramaron a lo largo de toda la República, de norte a sur, de este a oeste, y como el territorio les fue quedando chico invadieron los países vecinos.
Aplicaron la ley del más fuerte y expulsaron de la ciudad, corriéndolos al campo, al chingolo, a la ratona, al misto. Gordos, panzones; comen con la misma avidez todo lo que tienen al alcance del pico, ya sean granos, insectos, frutas o carne. Para ellos el comer no ocupa lugar; ésa es su filosofía.
¿Cantar? ... ¿Para qué? Saben que pájaro cantor tienta a la jaula y entenderse les basta y sobra con las dos o tres notas de su destemplada música que se extiende y dulcifica cuando el macho enamorado llama a su hembra.
Hacen el nido en las cornisas, en los huecos de las paredes, en los tejados, en los árboles, o sin pedir permiso se instalan en el nido de otras aves, y ponen unos huevos de color blanco con manchas castañas.
Tienen sus apologistas y sus detractores. La opinión pública está dividida en gorrionistas y chingolistas.
Fuente: http://www.oni.escuelas.edu.ar/2003/LA_PAMPA/362/El%20Gorri%C3%B3n.htm
Acá en Ushuaia (la ciudad mas austral del mundo) es el ave mas común que hay, se lo ve en la ciudad en el bosque no tanto.-
ResponderEliminarSaludos!!
lo que se puede apreciar observandolos bien, es que los gorriones de suburbio es decir donde su dieta es mas variada y natural, su plumaje es mas marcado y vistoso.-
ResponderEliminarYa no se ven mas gorriones, que habrá pasado??
ResponderEliminarEs cierto: en Buenos Aires quedan muy pocos gorriones....
ResponderEliminarSe curaron muchos campos con ese glifosfato y mata todos los pájaros . Lo cual provoco la migración a las ciudades de muchos pájaros come pichones entre ellos el zorzal que se los morfa como caramelos y fijata que otras espe les ocupan el nicho que dejaron los gorriones uno de ellos es la torcaza . Nunca vi tantas en mi vida
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