Personalmente disfruto mucho estar cerca de estas aves, pasivo, gregario y confiado, parece tan esbelto y tan frágil al mismo tiempo porque sus delgadas patas no dan la apariencia de ser resistentes. Gracias a ellas logra elevarse con respecto al resto de las aves limícolas destacándose fácilmente ayudándose de su contraste de color, esta mayor altura con respecto al resto lo vuelve un centinela perfecto, el cual huye del lugar ante la presencia de un intruso alertando al resto.
El Sábado vimos en un arroyo de Posadas como algunos se divertían practicando puntería con estos teros, lamentablemente desconocen el gran efecto depredador que tienen estas aves con los insectos de este hábitat constituyéndose en una reserva defensiva ante estas plagas de un valor inestimable.
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