Una vez que el macho luego de perforar el tronco podrido durante unos 10 minutos logró atrapar una de estas orugas lo que hizo fue dirigirse hacia el lugar donde estaba perchando la cría, en el trayecto se comió la parte delantera de la oruga y alimentó a su hija con la parte posterior del insecto.
La hembra estaba entretenida haciendo lo mismo unos metros mas abajo, pero luego de que el macho alimentó a la cría, la familia de 3 individuos abandonó el lugar.
En total con Willy habremos obtenido unas 100 fotos entre los dos de este grupo de carpinteros, uno de los momentos mas espectaculares que vivimos durante los dos días que estuvimos en este club privado de la Provincia de Corrientes.
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