Los padres llegaban al nido ignorándonos, a pesar de que estábamos a menos de un metro de distancia; eso si no vayan a pedirme fotos mientras alimentaban a sus pichones porque no los molesté para nada con la cámara para no alterar dicho momento importante de la crianza.

Uno de los padres fotografiado a través de la ventana de una de las habitaciones.

Tal cual, asi era el pichón que lo terminamos de criar, porque en una madrugada de tormenta se había caido de su nido en el arbol de casa.
ResponderEliminarTengo las fotos si quieren las puedo compartir!
Saludos.Ceci
Subilas a la página de facebook Ceci !!!
ResponderEliminarGracias por dejar tu comentario!!!