Días atrás nos preguntaban al respecto de esta especie frecuente de observar en la Reserva del Arroyo Itá, mas precisamente como hacíamos para poder fotografiarla. Con respecto a lo último no hay nada en especial mas que dedicarle algo de tiempo para localizarlos cuando vocalizan, luego acercarse al lugar desde donde provienen los cantos y tratar de ponerse cómodos para esperar a que estas esquivas aves comiencen a forrajear entre los espacios libres de la vegetación flotante y la costa del arroyo. Tal vez la suerte esté de su lado y justo se coincida en el mismo momento en que localizan algo para comer y allí no hay que desaprovechar la oportunidad de presionar el disparador de la cámara.
En una de estas fotos que comparto hoy y que fueron obtenidas por Javier el día 20 de Junio del 2016 pueden ver a uno de los burritos con un pequeño caracol acuático en su pico a punto de ser tragado.
Recorte en posición vertical con la única finalidad de incluir ave y reflejo.
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