En mi primer aporte escrito para el Blog tengo la alegría de poder contarles sobre este raro y espectacular descubrimiento, compartido con los amigos Marcelo Allende y Nicolas Pavese, en esta última pajareada (como hemos bautizado a las salidas de observación y fotografía de aves).
Durante la salida de campo del día 24 de septiembre en el Parque Provincial Cañadón de Profundidad, caminando uno de los senderos que bordea el arroyo, nos encontramos con un ave que parecía estar herida y la seguimos hasta que desapareció, luego volviendo por el mismo sendero, saliéndome unos metros del mismo encontré un nido con forma de tacita hecha de un musgo verde aproximadamente a un metro del suelo, vacía en su interior, luego de un rato Nicolás escuchó un sonido raro proveniente de unos arbustos y mirando bien descubre un nido en forma de taza hecho con el mismo musgo que el otro, a un metro de distancia de este último, a 0,80 centímetros del suelo, en una horqueta horizontal, al borde de un sendero angosto.
El nido contenía dos pichones hasta ese momento se desconocía la especie, pues los adultos no se hallaban cerca. Marcelo procedió a sacar una única foto de los pichones con su celular y luego nos alejamos del lugar para no incomodar ni estresar a las aves. Como había que intentar ver a los padres nos alejamos unos metros para observar de que especie se trataba; unos minutos después aparece en escena una hembra de Choca amarilla llegando al nido para alimentar a sus pichones, luego nos dimos cuenta que era ella misma la que nos despistó unos minutos antes para que no nos topemos con sus pichones.
En las fotos se puede notar que la estructura del nido tiene la forma de una taza, está hecha con pequeñas ramas y raíces, cubierta por un musgo verde y por dentro con rizomorfos negros de un hongo del genero Marasmius.
Dentro de nido se encontraban dos pichones cada uno portaba aproximadamente seis(uras) cada uno, generándole una (miasis), termino (del griego “Myia”: mosca) que se utiliza para nombrar al tipo de enfermedad cutánea parasitaria que afecta a los animales producida por las larvas de las moscas, cuyo ciclo en el huésped es de aproximadamente ocho días.
La Choca amarilla incuba los huevos por 15 días y los pichones abandonan el nido después de 9 días de haber nacido.
Luego de una semana volvimos al lugar y visitamos nuevamente el nido, el mismo se encontraba vacío, luego de revisar dentro y debajo de el, y sin encontrar restos, creemos que pudo haber concluido el ciclo de la miasis sin dañar a los pichones y que pudo ser una nidada exitosa.
Este fue un interesante momento compartido con amigos, recolectando un poco de información distinta a lo que estamos acostumbrados a hacer. La compartimos aquí para quien guste leer y aprender un poco más de estas extraordinarias especies de aves que nos podemos encontrar caminando los senderos de selva y bosques en Misiones.
Javier Wioneczak.
Muchas especies de aves se encuentran en grave peligro de extinción en todo el Planeta, debido a la reducción de sus habitats y al tráfico y tenencia como mascotas.
No las captures disfruta de observarlas en libertad, cuida, preserva, respeta la naturaleza, planta un árbol.
Tus hijos te lo agradecerán.
Tus hijos te lo agradecerán.
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Excelentes tus fotos. Gracias por compartirlas, y por enseñarnos un poco sobre éstas aves ! ! !
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