No me olvido de la cara de emoción que ponía Luis cuando a su regreso del Pantanal compartimos un asado en su casa para mostrarnos las fotografías que pudo obtener durante sus vacaciones en este lugar soñado para la fotografía de fauna. Cómo no emocionarse al poder fotografiar en libertad a una especie que en nuestro país se encuentra amenazada de extinción y en este lugar del vecino país estas pavas de monte caminan tranquilamente entre las cabañas del hotel sin ser molestadas.
Realmente habrá sido una experiencia difícil de igualar por lo emotivo del encuentro; en las fotos puden ver en primer lugar al macho, y luego a la hembra.
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