

Luego del canto había que rascarse un poco para acomodarse las plumas.

Cuando terminé de tomar estas fotos lo vi hacer algo insólito, cruzó volando mi patio y se posó en una sartén para comer el pan rallado frito que estaba en el aceite viejo, otra opción mas para agregar al amplio menú del benteveo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario