Estos eran los haraganes que se aprovechaban del trabajo de los carpinteros en San Sebastián, era notable observarlos como esperaban a que los otros terminen de perforar una naranja para llegar en grupos y alimentarse de las naranjas. Pájaros de paladar exquisito ya que no tocaban las naranjas que estaban caídas en el piso, solo comían las que aún estaban en el árbol.
El individuo de la foto es un juvenil, el detalle que lo identifica como tal es el ojo de color oscuro ya que cuando llega al estado adulto el mismo pasa a ser de color azul.
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