Este fue uno de los Crestudos mas confiados en Santa Fe, no se resistió a las migas de pan que tiré al piso cerca mío; dudó por unos instantes pero cuando se acostumbró a mi presencia, comenzó a acercarse lentamente. Tal vez los Cardenales y Jilgueros que estaban aprovechando el alimento terminaron por convencerlo de que se acerque.
El mismo individuo caminando unos metros hacia mi derecha.
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