En ocasiones aparece en Don Rodolfo, primero se lo escucha y allí comienza la difícil tarea de localizarlo para intentar tomarle algunas fotografías. El color amarillo de su pecho ayuda un poco mas que el rojo de su primo (el Surucuá común) para encontrarlo perchando en alguna rama, por suerte su comportamiento pasivo y confiado nos sirve de ayuda a nosotros para acomodarnos en la constante búsqueda de un ángulo despejado entre la cámara y el ave. El Sábado 9 de Mayo lo vimos en tres ocasiones, dos registros en la mañana y uno a la tarde.
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