El agobio lógico de un día intenso estaba a punto de vencer a los observadores, sin embargo la pasión por las aves nocturnas que caracteriza al amigo Marcelo Javier Wioneczak fue el motor para salir luego de una opípara cena en busca de esas especies fascinantes y fantasmagóricas que llenan las noches de cantos y leyendas.
El conocimiento, oído y visión de Javier fueron determinantes y a Él debemos (en honor a la verdad) este encuentro, momento mágico, emocionante y casi subrealista vivido entre amigos, inolvidable vivencia a la que las imágenes nunca harán justicia...
Colonia Pelegrini-Corrientes 21 de Mayo 2016.
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