En una de esas tardes fotogénicas de aire limpio y cielo celeste armé un posadero con un pedazo de tierra seca y pasto y me senté en el escalón del frente de mi casa con la cámara.
El posadero lo puse arriba del canasto de la basura que está en la verdea como para poder componer apuntando con el cielo de fondo, no tuve que esperar mucho tiempo hasta que se posó el infaltable venteveo.
Una buena foto por día justifica desembolsar la cámara y con esta toma quedé mas que satisfecho.
De casa |
Ejemplar juvenil (observen el amarillo naranja de la boquera)
No hay comentarios:
Publicar un comentario