80 centímetros de elegancia pura, verla caminar o verla volar es algo único, mas aún cuando están tan cerca nuestro, en este viaje a Corrientes fue la primera vez que pude ver mas Moras que Garzas blancas.
Cuando uno hace lo que le gusta se preocupa por aprender, lo leí en un artículo que se publicó en un diario local acerca de un coleccionista de orquídeas; lo que se aprende estando en contacto directo con las aves y observando su comportamiento lo complemento verificando luego en casa leyendo la bibliografía de la que dispongo. Con respecto a la forma de caminar de las garzas en particular esta que les mostré recién, a pesar de tener todas las patas sumergidas en el agua, caminaba de una manera muy rítmica esforzándose para mantener la cabeza quieta mientras el resto del cuerpo se mueve. Esto ocurre particularmente cuando están cazando ya que tratan por todos los medios de mantener la cabeza moviéndose lo menos posible para que los ojos estén quietos mientras camina para poder tener una mejor visualización del entorno y agudizando su visión en la presa.
(Aves, vida y conducta/Roberto Ares)
Se podría mostrar en una secuencia fotográfica pero a mi particularmente no me gusta la fotografía en ráfaga ( varios fotogramas por segundo ).
Espero no haberlos aburrido con tanto palabrerío.
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