Tuyuyú (American wood stork) Mycteria americana

El silencio del campo se disfruta con todos los sentidos, perderse lejos en la nada solo para escuchar el viento y el canto de los pájaros en la mañana temprano con los primeros rayos del sol asomando en el horizonte es terapéutico, solamente escuchando los sonidos que produce la naturaleza y nada que sea emitido por humanos. Perderse y que el tiempo se detenga y el camino se pierda en el horizonte, perspectivas de pura paz, tranquilidad , sana y necesaria terapia.
Después de varias lunas volvimos al ruedo ya que hacía un buen tiempo que no compartíamos una salida de campo entre amigos, momentos realmente relajantes y enriquecedores desde todo punto de vista! ...
Ni bien habíamos llegado al cruce de la ruta 39 con la 12 fuimos los testigos del aterrizaje de las Espátulas rosadas que mostré en la entrada anterior y mientras revisaba las fotos en la cámara pudimos observar como a la distancia una pequeña bandada de Tuyuyú también se dirigía al mismo lugar.



Excelentes voladores se dirigían lentamente hacia el lugar en el que estábamos apostados, cambiaron de dirección unos metros antes de nuestro apostadero y alcancé a fotografiar a cada uno de los integrantes de la bandada.







Es notable la vista que tienen estas aves, nosotros con los prismáticos apenas alcanzamos a distinguirlas cuando ellas cambiaron la dirección del vuelo ya que estaban volando en dirección paralela a la ruta campo adentro y desde esa distancia ellas alcanzaron a observar la reunión de aves que había en nuestro lugar y desde que avistamos a las 3 que mostré en las fotos de arriba tardaron casi 6 minutos el llegar al lugar.
Frente nuestro teníamos esta concurrencia desayunando y tomando los primeros rayos de sol.



Hasta un Chimango oportunista se acercó para intentar robarle la Tararíra que la Garza tenía en el pico pero esta fue mas inteligente y no abandonó su presa.


Después de presenciar esto con Willy nos sentamos tranquilos al costado del camino para terminar nuestro mate, total ya habíamos despejado la mente un rato.