Comprobado está que la Monjita blanca no es un pájaro para ser fotografiado en condiciones de cacería fotográfica, tan desconfiada es que no permite ni el acercamiento con el auto, 20 metros de separación entre la cámara y un pájaro de menos de 20 centímetros de longitud es una distancia abismal; será cuestión de armar un hide al costado de algún camino rural por Corrientes y sentarse a esperarlas, claro están las desventajas de perder toda una mañana esperando a una sola especie pudiendo fotografiar otras cosas, cuestión de técnicas de acecho y tiempo libre, lo segundo me juega en contra.
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