Podría medirse el grado de cultura de un pueblo comparando su relación con el medio en el que vive, con sus plantas y con sus animales: A mayor evolución, mayor desprecio por los estadios inferiores de la vida, es decir, mayor ignorancia.
Dios creó a las aves, y la ambición humana las jaulas, el pájaro enjaulado no canta, se lamenta.
Es lamentable ver como el tráfico de fauna silvestre hace estragos en la biodiversidad en cualquier parte del país, de igual manera la caza furtiva es otro gran flagelo que atenta contra el equilibrio de la naturaleza en general, pero no todo está perdido, siempre y cuando existan personas que sepan valorar y por ende sientan la necesidad de devolver a los animales silvestres a su ambiente natural.
Como en este sitio hacemos las cosas entre todos, publico ahora lo que escribió Willy acerca de una jornada muy especial en la que 4 afortunados seres volvieron a ser libres.
Gracias a la invitación del Herpetólogo del ISARM, pichón de naturalista y amigo del grupo Amado Martínez, tuve la oportunidad de participar en esta jornada tan especial y llena de emociones y satisfacciones.
De diversas formas van llegando a nosotros datos de animales que están en cautiverio, y en algunos casos quienes los tienen deciden que es mejor regresarlos a su ambiente natural, y así fue como estos tres Ipacaá y un Coípo llegaron a nuestras manos y decidimos que un buen lugar
para liberarlos sería Nemesio Parma, ya que conocemos el lugar y consideramos que es uno de los últimos reductos en donde la naturaleza por un tiempo más podrá desarrollarse sin mayores contingencias.
Así fue que en compañía de los amigos: Walter Oldenburg, Emiliano Olivera y Adrian Tortu, todos de ocupaciones diferentes, pero con el factor común que nos une que es el amor por la naturaleza, nos dispusimos a liberar a estos afortunados animalitos. Primero fue el turno del Coípo, que luego de algunas fotos para registrar el momento lo liberamos, aunque notable fue
observar que no se alejaba de nosotros, habrá estado tanto tiempo en cautiverio que
le costó volver a ser libre.
Libre al fin.
Diferente fue la reacción de los tres ipacaa que apenas los
soltamos se perdieron en los pastizales, la vida retomó su curso!!!
El único que se quedó mas o menos cerca para la primera foto en libertad.
Con la satisfacción de haber vivido una experiencia sencilla pero significativa y emotiva retomamos el regreso a la ciudad, yo no dejaba de pensar que importante sería que todos tuviésemos el mismo espíritu, el de contribuír en vez de destruír, el de sumar en lugar de restar, el darse cuenta de pronto que “Alguien tiene que hacer algo y ese alguien bien puedo ser yo, vos, cualquiera”, así tal vez podremos dejar a nuestros hijos y nietos la posibilidad de conocer nuestra fauna en vivo y en directo, en libertad no detrás de las frías rejas de un zoológico o en una imagen, mi esperanza es que seamos cada vez más lo que queremos sumar.-
Saludos para todos!!!!
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