Sabido es que en la fotografía de aves el quedarse quieto tiene sus beneficios ornitológicos, como lo dice don Tito Narosky es una de las pruebas mas duras para el fotógrafo.
Aveces cuando las novedades escasean uno siempre comete el error de cambiar de lugar en el momento menos oportuno, y en este día en particular mientras estaba apostado bajo la sombra de un Tártago en la costa del Arroyo Itá esperando al Burrito para fotografiarlo me entretenía por momentos con los Benteveos. Mi espera rindió sus frutos con creces apareció el burrito y me cansé de sacarle fotos, ahora comparto con ustedes estas dos imágenes de este bicho común para algunos, pero interesante y atractivo de fotografiar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario