Comprobado está que con la cacería fotográfica me va a ser imposible lograr una acercamiento bueno con algún Martín pescador, ahora bien, si preparo un escondite, armo un posadero y permanezco a la espera de que alguno se pose en el escenario preparado los resultados serán muy distintos, pero todo esto tiene su contra ya que desperdiciar una mañana solamente para lograr una o dos tomas si tengo la suerte de que el pájaro se pose en el lugar preparado valdría la pena, pero pierdo la oportunidad de lograr muchas otra fotos de distintas especies que pueda ir encontrando durante una caminata.
A esto lo comparo con la pesca ya que podremos ir con la mejor carnada y no pescar nada, aquí ocurre prácticamente lo mismo y es casi seguro que los voy a esperar en vano.
Observen a esta hembra. Primera foto a 28,2 metros de distancia.

Segunda foto 25,1 metros de distancia, ya giró la cabeza hacia la dirección desde la cual me aproximaba, por supuesto con los yuyos hasta la cintura y caminando en cámara lenta.
Cantó una sola vez y abandonó dicho posadero.

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