
Este día en particular habíamos visto muchas monjitas con Amado y con Willy, pero estas fieles a su comportamiento abandonaban el lugar ante el menor intento de acercamiento de nuestra parte, salvo en este caso en el que yo estaba debajo de un árbol intentando fotografiar a un Canastero y la monjita no me vio y terminó posándose en los cables que servían de sostén a un poste (esa es la inclinación que se ve en el posadero de la Monjita en la foto.
La fotografía está con cuadro completo, no tiene recorte alguno y la distancia era inferior a los 5 metros, todo un verdadero récord para esta esquiva y arisca especie de tiránido.
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