A principios de Noviembre cuando llegué a la Reserva del Itá temprano a la mañana un día Viernes como es habitual antes de entrar a clases, me quedé unos minutos charlando con uno de los policías que custodian el lugar, de que tema podíamos hablar sino de la variedad de bichos que se pueden observar en el predio. En un determinado momento me comenta que en los días que el está de guardia observa algo parecido a una gallina pero que es muy gritona y luego de que me mostró el lugar de los avistajes decidí gastar un poco de mi tiempo libre a la espera del misterioso gritón.
El gritón no aparecía, solo se escuchaban a los Pepiteros y a los Zorzales, pero luego de media hora veo que algo cruza la calle e ingresa a la reserva por un hueco del alambrado perimetral, me escondí detrás de un árbol y estando bien agachado pude sorprender al arisco Chiricote bastante cerca mío, obviamente que después de esta única fotografía volvió sobre sus pasos para abandonar el lugar a toda velocidad.
La foto está un poco oscura y con ruido porque apagué el flash con la idea de que se quede cerca y tratar de obtener mas imágenes.
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